Como anoche (diario de un peatón)
Lo publiqué el jueves, 31 de mayo de 2007Capitulo 5: El peatón, la llave y el resonador.
Agosto 1999.
Era martes en la noche. Luego de un largo día cargado de trabajo y estudio, salía de un aula de INTEC (lugar donde las matemáticas dejan de ser ciencias para convertirse en deportes extremos) juntos con un grupo de compañeros, dentro de ellos una joven que cumplía casi con todas las cualidades del estereotipo de mujer ideal que yo tenía en aquellos tiempos: blanquita, pequeña, ojos y pelo claro, flaquita y medio loca, solo le faltaba tener el pelo un poco mas corto. Hacía pocos días que veníamos conversando y ya ella se había dado cuenta de que me gustaba (siempre he tenido el defecto de tener unos ojos que delatan todas mis intenciones a leguas). Yo iba caminado delante mientras ella le susurró a uno de mis compañeros, el cual era de apellido "Rosado" (su apellido siempre me llamó la atención porque el era casi azul):
-Ariel se ve bien, el único problema es que el anda a pies.
El murmullo de su voz retumbo en mis oídos. Y como todo buen "lominero" no me podía quedar con la boca cerrada. Me detuve, metí mi mano derecha en el bolsillo de mi pantalón, saqué una llave, la levanté, la mostré y dije:
-Rosado y Mínimo, vámonos! Ella se queda!
Mientras mis dos amigos me hacían el coro y se dirigían conmigo hacia el parqueo, la pobre muchacha se quedó de brazos cruzados mirándome y diciendo en su interior: "y este tipo?". Lamentablemente en aquellos días aun el gran poeta y filósofo de Borinquen, Raymond Ayala no había escrito su opera máxima "la gasolina", la cual describía perfectamente la impresión que yo obtuve de dicha joven en aquel momento.
Llegamos al parqueo y nos reímos por un rato. Luego nos dirigimos a tomar una "voladora" que nos dejaría cerca de Teleantillas para tomar una OMSA. En el camino comenzamos a hablar sobre las mujeres amantes de la gasolina y la convicción de que el peatón no gusta. Rosado me contaba que no era la primera vez que veía a alguien "haciendo bulto" con una llave para hacer creen que anda "montado". Yo no acostumbraba a hacer aquello, solo fue algo que se me ocurrió en el momento.
Durante la conversación tan amena que luego continuó en la OMSA les conté a los muchachos la trágica conversación que había tenido un amigo mío hacia varios días. Sucede que mi amigo invitó a salir una joven la cual el había conocido por IRC. La conversación fue la siguiente:
El: Entonces yo te paso a buscar
Ella: ah! Tu tienes carro?
El: si.
Ella: de que marca?
El: Honda Civic.
Ella: de que año?
El: 95.
Ella: de que color?
El: verde.
Ella: y tiene resonador?
(Mi amigo colgó indignado)
Esa noche reímos hasta más no poder con ese tipo de historias. En la tarde del sábado siguiente luego del laboratorio, nos quedamos jugando baloncesto y al final nos encontramos con la chica, la cual me saludó y me dijo:
-Que bonitas piernas tienes!.
Yo sonreí y seguí mi camino. Ella para mi estaba, como se diría en buen latín: "Cum excremento domestici felini deleta". Hoy en día tengo por cierto un Honda Civic verde del 95 y por supuesto sin resonador, pero no me arrepiento de haber pasado muchos trayectos en mi "guagüita" en medio de tanta gente "pegadita como anoche".
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