R.E.L.: junio 2007

Como Anoche (diario de un Peatón)

Lo publiqué el viernes, 29 de junio de 2007
Capítulo invitado – By Karavelita

Septiembre 2003


Sábado. Tenia una oficina personal en un apartamento estudio en la calle de la Clínica Independencia, lugar donde estuve desde 1997, casi hasta la fecha de hoy, pues me mudé a un apartamento más pequeño a finales del 2003, y he estado vagando por ahí, a pesar de que me casé y me mudé a otro lugar.


Esa noche, como todos los fines de semana, estaba compartiendo con mis amigos del barrio, degustando el sabor sin igual de un Juan Daniel, y escuchando los cadenciosos merengues de Manuel Alfonso Vásquez Familia, desde "La Faldita", "La Seca" (párteme), y los mas recientes hasta ese momento como "No hay mujeres feas".


Al momento que la lengua se ponía estropajosa y ya los relojes marcaban la hora de sacar pie, decidimos separarnos por esa noche y junto a uno de ellos, dirigimos nuestros pasos a la Av. Independencia frente al antiguo cine Lumiere.


Tomamos un biónico, no recuerdo el color, pues los efectos alucinantes del alcohol no me hacían distinguir un azul, de un negro.


Nos montamos los dos atrás, quedando yo en el medio, en un momento mi amigo me topa la pierna y me hace señas para que mire al acompañante fortuito del gentil vehiculo, yo mire y no vi nada extraño y le dije que todo estaba bien.


El chofer parecía un conductor de carro fúnebre, pues no abrió la boca en ningún momento y mucho menos encendió su radio Pioneer con bazucas en la parte de atrás.


Cuando llegamos al parque independencia, no muy grata sorpresa me lleve, que al desmontarme, el lado izquierdo de mi cuerpo, que incluía una camisita de jevito y un Jean claro comprado en la pulga, estaba empapado de sangre.


Si señor, el vecino en nuestra travesía parece que lo sonaron y bien sonao', pues estaba bañado en sangre, y me dio mi respectiva untada. En ese momento comprendí las señas que mi amigo me hacia, pero ya era tarde, tuve que auxiliarme de un chofer que estaba frente a la cafetería Petrus y con un galón de agua, resolví por el momento, y luego nos montamos en otro carrito, en el cual nos fuimos pegadito como anoche.

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el jueves, 28 de junio de 2007
Capitulo 10: Amistad.

Marzo 1999

Era viernes en la tarde. La cantidad de vehículos que transitaban por la vía multinombres (Autopista Duarte, John F. Kennedy, Expreso 5to. Centenario, Padre Castellanos ó 17, San Vicente de Paul) era inmensurable. Yo había tomado un ORMI (objeto rodante mal identificado) en la Lope de Vega esq. Kennedy, el cual iba tan lleno, que yo iba en la ventana del lado derecho al estilo Ace Ventura, es decir, con casi la mitad del cuerpo afuera. Luego de cruzar el elevado del Quinto, en el momento en el cual la radio del biónico comenzaba a tocar las gloriosas notas del Opus 47 de las sinfonías del celebre y afamado maestro José del Carmen Ramírez Lebrón, que se titula "Cachamba", alcance a ver a mi amigo Luis que iba caminando por la acera. A mi solo me quedaban 5 pesos, pero como era día 25, pensé: "Luis tiene que estar cobrao'", ya que el trabaja en el gobierno, por lo tanto no me importaba desmontarme.

Le pedí al chofer del carro público, que por cierto era un viejo moreno sesentón al cual le faltaban el short stop y el primera base de su boca, portaba una gorra roja al estilo de las Von Dutch que decía "Balaguer vuelve por ti!" y un T-Shirt Camel de los que regalaron cuando el ciclón George, que me dejara donde el pudiese. El me dejó donde quiso, pero de todas maneras pude encontrarme con Luis y le grite:


- Loco en que tu andas por aquí?
- Aquí que no he podido cambiar este maldito cheque! -me respondió el.

Mierquina!!!!! Que cuadro mas bello: Dos palomos, cinco pesos y como nueve kilómetros para llegar a Los Minas! Comenzamos a caminar. Luis empezó a contarme sobre las "maromas" que había hecho para intentar el chequecito aquel y al mismo tiempo nos recreábamos mirando la exhibición de carros viejos o mejor dicho el "tapón" que había en la 17. Aprovechamos los cinco pesos para comprar dos "agüitas" y el mismo numero de "yaboas". Las aceras estaban llenas de decenas de peatones que esperaban sus respectivos medios de transporte y una jauría de dominican terriers perseguía a una pobre perrita la que estaba en sus días fértiles, y que casi llegó hasta el puente huyendo.

Ese día descubrí no solo que son muchos los disparates de los que uno puede hablar caminando nueve kilómetros, sino también que un momento con tu mejor amigo vale más que el cheque aquel mas los cinco pesos. Llegamos a nuestras respectivas casas sin ningún cansancio y quizás más rápido que muchos pasajeros que en aquel tapón interminable iban "pegaditos como anoche".

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Como anoche (diario de un peatón)

Capítulo invitado – By Wilson Cabral

Agosto del 2005

Viernes por la tarde a eso de las 5:00 p.m. Acababa de caer un aguacero del carajo. Iba rumbo a la universidad APEC y tomé un carrito en la Padre Castellanos con Albert Thomas rumbo Quinto. Debo decir que para tomar un carro ahí, se debe hacer la seña correspondiente a la ruta para montarse, que en éste caso, es nada mas ni nada menos, enseñar la palma de la mano con los dedos extendidos formando el cinco (indicando el quinto), como si estuviera enseñando una paleta de votación de un festival de la canción cualquiera (imagínense la lucha que debe pasar una persona que le falte uno de los dedos de la mano o que tenga un dedo de más y pidiendo esa ruta, no consigue carro nunca).


Como era viernes social la vestimenta debía ser casual y listo para rumbear después de clases, así que me puse gelatina Alka en el pelo, perfume Kuorus, desodorante del deíto Deporte, un Polo Shirt casi Cristian Dior de una paca de mi tía, ella vendía ropa en la pulga. Era mas bien Cristian Pior, unos pantalones Nison, (Ni son largos, ni son cortos) y unos Conbel verdes (lo escribí asi porque tampoco eran originales, eran de la misma paca).


Se paró un carro con más colores que un diablo cojuelo en pleno carnaval: bompers rojos, las puertas azules, blancas y verde, la capota amarilla, el baúl color negro y el frente de color rojo vino. Estaba pintado con brocha. Me percate de la cantidad de pasajeros que había: cuatro en la parte trasera y uno adelante, sin contar el chofer.


Me senté en el asiento delantero del biónico y me percaté que el asiento no era para dos, parecía más bien para la mitad de uno, así que, cual sardinas obedientes, nos acotejamos. Me senté en posición fetal vertical, los pies encogido con la mano derecha fuera de la puerta, parecía una extremidad más del vehículo, de vez en cuando le servía al chofer como direccional derecha para entrar y salir de los tramos a la hora de dejar y recoger a alguien y evitar que nos den un golpe a la hora de cambiar de carril.


A la vez que escuchaba "Ojala que llueva café en el campo" de Juan Luis Guerra Seijas me iba dando un pase con el olor a gas que se escapaba del tanque del carro y que ya me estaba mareando. Antes de llegar a la Gómez nos detuvimos ante un tapón, cosa rara en Santo Domingo, lugar en donde no se va la luz y el dólar esta a la par con el peso (no me crean, es un sarcasmo, me los vacilé). La fila de vehículos del tramo a mi derecha avanzó mas rápido que en la vía donde estaba mi biónico y en ese instante pasó como "anima demonium portat" una banderita que cruzó sobre un charco de agua hedionda y sucia la cual me cayó toda encima. Solo pude exclamar como el borracho aquel: "¡Diaaaaaablo!". Estaba más mojado que "El Submarino Amarillo" de los Beatles.


Para colmo de los males nadie mas, en el carro donde yo viajaba, se había mojado. Solo yo. Y la maldita guagua se paró como a cincuenta metros de mí. Para colmo de los males yo tenía que apearme en ese instante. Imagínense, todo el mundo en la guagua me observaba con cara de pena y muertos de la risa.


Me desmonte lo mas calmado posible, dejé las risas de los pasajeros atrás, una doñita que iba en la parte trasera de mi biónico se compadecía diciendo: "Ay ombe, ta to mojao". Tenía ganas de entrarle a golpes al "descendiente directo en primer grado de una cortesana de dudosa moral" del chofer de aquel alma trote, pero en vez de eso hice lo que todo buen peatón haría, bajé de mi biónico, crucé la Kennedy y tomé otro carrito rumbo a mi casa. Un pasajero, esos que siempre aparece me hizo una de esas preguntas estúpidas: "Loco, ¿te mojaron?" tenía ganas de responderle: "No imbécil es que estoy menopáusico". Pero bueno, el pique no me dio para más que pagar dos pasajes para que nadie se pegara de mí y mojarlo. Me senté atrás, bien acurrucadito, como anoche…

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el miércoles, 27 de junio de 2007
Capítulo invitado – By Santuario

Agosto del 2001

La primera vez que escuché la expresión "Como anoche" era viernes y estaba en pleno inicio de mi vida adulta, libre tanto en lo económico como en cualquier otro sentido que pueda mencionar, parado en la 27 esquina Lincoln saliendo de mi oficina en la plaza frente al nacional, estaba muy lejos de mi casa en Barahona y de mi hogar temporal en sabana perdida, eran las 10 de la noche y solo había comido a las 12 del medio día en mismo supermercado cuyo plato del día alivianaba mi presupuesto, ya que en la capital todo lo tenia que medir para no quedarme sin dinero, en mi pueblo si tenia hambre y no tenia dinero solo llamaba a algún amigo y sin saludarlo ni por cortesía decía:


- Dile a tu mujer que voy a come pa' tu casa, quiero frito maduro y jugo!


En la gran urbe no podía darme ese lujo, pues si me quedaba sin dinero me jodía hasta que vuelva a cobrar. Gracias a Dios y aun conocido de Will nunca pasó, pues tenía un gran empleo, cobraba mucho más de lo que podía gastar, no tenía nada a que temer en ese momento, era joven buenmozo, inteligente y con el mundo por delante para pasarle por encima(según mis primas). Esa noche me paré como siempre cantando en mi mente Yellow de Coldplay, que era la canción del momento en mi gusto personal. Mientras la vida me sonreía, y mi labios tarareaban que todo brilla por ti, se para un moreno en mi espalda, no pienso nada malo y lo saludo.


Minutos después se para el carrito, no estaba destartalado como los que conchaban de día pero cuando me monté me dio un olor a mierda que no sabía si era del carro o del chofer con cara de ladrón que me miro raro. El moreno se sube después de mi. Ya dentro del carro supe que el olor no era más que el gas propano que movía el vehículo aunque en esos días los chóferes hacían huelgas por el alto costo de la gasolina. Desde la Lincoln hasta la Gómez se desmontaron los demás pasajeros pero, el moreno se quedó sentado como si anduviese conmigo. Le digo al chofer que me deje en la Gómez para seguir hasta Villa Mella, pero el chofer me dice que si quiero me puede llevar, que él si le pago dos pasajes el seguiría, yo? imagínate, le dije que sí. En eso vuelve y se llena el carrito, hay 4 pasajeros atrás pero el chofer quiere meter otro, yo lo miro y me dice: "pégate jevito, pégate como anoche!" Que vaina! Me pego hasta sentir la respiración de mi acompañante, que sonaba como una guagua vieja. Vuelve y queda vació el carrito y otra vez estamos solos los tres, el chofer, el moreno y yo. Entonces me llega como una cubeta de agua fría la noción de lo que me estaba pasando, ya no escuchaba la canción de Coldplay, ahora solo decía en mi mente: Ay mi madre!! Y ahora? Cuando llegamos a mitad del viaje se monta una viejita que vi como una salvación pero no llegó muy lejos.


- Me deja en le farmacia Karol chofer! -dice la vieja-


El moreno me mira con ojos pringones y pienso que hasta me van a violar. COÑO! El corazón se me quería salir por la boca, no podía ni respirar, cuando abrí la boca para decirle que me deje junto con la viejita el moreno de mi lado me dice:

-spasme askljkas carterashshhshshs

- Que!

- La cartera coño!
Entonces intenté abrir mi puerta pero adivinen………. sí! Estaba bloqueada, no tengo mas opciones que entregarle mi cartera, mi celular que era el equivalente al V3 de la época, pero el moreno tuvo la cortesía de devolvérmela vacía y desprenderme de un jalón que casi me rompe la muñeca otra vez el guillo de oro que había comprado juntando dinero por tres quincenas porque a la novia que entonces tenía, le gustaba. Después me dejaron ir sin más que un risotada en mi cara, como celebrando que me habían atracado de la forma más pendeja y vagabunda de la bolita el mundo. Me dejaron en medio de la calle sin un solo peso a las 11 de la noche, caminé como medio kilómetro para llegar hasta un cajero que había en un banco cercano al hecho y solo saque cien pesos para pagar el pasaje de esa noche, ni siquiera tenia la mínima idea de como conseguir un taxi ya que no tenia celular y a esa hora los que están en las calles no tiene cara de buena gente.

Después de divagar por un rato decido que no tengo más opciones que meterme en otro carrito, pero ahora no salude, estrellé la puerta y le pisé los pies al que estaba sentado antes que yo, para parecer un poco más capitaleño, llegué al Hiper Uno en una sola pieza, pero para ese momento estaba a punto de colapsar, me monto en el otro carro y me sentía un poco más seguro porque en él habían varias mujeres con caras de prostitutas que me sonrieron como si me quisieran invitar a sus casas a gastar el poco ánimo que me quedaba. Después de un rato el carro se quedo vació otra vez , comencé a temblar, blanco como un papel y frío como paleta llegué a la casa donde vivía con unos amigos, que tenían un FORD Mustang y los viernes se iban para la Lincoln a echar carreras.

Mientras caminaba el trayecto desde la calle hasta la casa oraba para que no me volvieran a atracar o un policía no me matara como mataron a un muchacho esa misma semana, después de mutilarlo en frente de su mamá y sus vecinos en plena luz del día y para que mi amigo estuviese en su casa, para que el Pitbull que tenía me dejara entrar, maldito perro!! Cuando Eric estaba en la casa no me dejaba tranquilo me lamía hasta los pies y se comía mis medias, pero si no estaba no me dejaba ni acercar a la verja. Después de muchos tormentos metales y tortura emocional en 2 minutos de acera llegué a la casa con la seguridad de haber sobrevivido a una aventura inesperada en un carrito publico apretadito, bien apretadito como anoche.

P.D.: No, no me violaron.

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el martes, 26 de junio de 2007
Capítulo invitado - By Cheluca

Marzo 2007.

Free Image Hosting at www.ImageShack.usViernes, como muchos otros días fui al trabajo en carro público...
Cuando me subí me sorprendí porque no me había tocado ese "chofer" nunca antes... casco pelado, lentes tipo Ramón Ayala, con un "swing" que parecía recién salido de una fiesta que acabó antes de tiempo y se le notaba que le quedaban muchas pilas para gastar.
(¿No es un poco obseno que alguien tenga tanta "energía" por la mañana temprano? Bueeeeeno...)
Me monté en el carro, y el tipo con un cantito y hablando, al principio no sabía si estaba hablando con alguien o si se había fumado algo.... de hecho, mi pregunta fue: "¿Y qué fue lo que este se fumó?"
Para hacer más explicativa la experiencia, el relato lo voy a poner en boca del chofer... (en serio, traté de recordarme de cada cosa que dijo en el trayecto de la 27 de Febrero, desde la Caonabo hasta la Churchill... ufff!)
El chofer sigue cantando, y hablando solo... cuando le pongo más atención comienzo a entender su lenguaje y esto fue lo que pude traducir...
(todo esto mientras él maneja como una fiera por esa avenida abarrotada de carros en la mañana, 7:10am)
Chofer: Quiero ser serio! Quiero ser serio! Quiero ser serio! (se ríe) Quiero ser serio...
(El chofer ve un carro volvo, nuevecito)
Chofer: Er voooolvo... volvo... volvo; Me voy a sacar la loto y me voy a comprar un Vooooolvooooo
(se adelanta el volvo en el carril izquierdo; el chofer encuentra un espacio por el carril derecho y avanza... y se encuentra nuevamente con el volvo)
Chofer: Ahí tá el volvo otra vez... eeeeerrrrr vooooolvooooooo!
(nos quedamos en un tapón)
Chofer (leyendo los letreros que estaban cerca): Eduardo Estrella... EL MEJOR! Que me devueeeeeeeeeeelvaaaan mi paíiiiiiisssssssssssss
Gallo coloráo...
- Si claro... (murmullan los pasajeros de atrás)
Chofer: Nuevo envase de plástico irrompible Victorinaaaaaaa
(yo tratando de ver dónde es que el tipo lee cada cosa; sigue el tapón...)
Chofer: Eta vaina etá lenta hoy, qué é?
(chofer comienza a "cantar" desafinado "La bamba")
Chofer: Para bailar la bamba... para bailar la baaaaaaaamba se necesita, una poca de gracia y arriba y arriba!
Ay yo no soy marinero... yo no soy marinero soy capitán, soy capitán...
Chofer: Alguien Núñez? Nuñez?... (la gente callada)
Nadie Núñez, ya dije! (y se cambia rápidamente de carril al de la izquierda, porque supuestamente es más rápido...)Chofer (sigue cantando ritmo de la bamba): Ay que hoy ya es viernes... que hoy ya es viernes
y se acaba la semana,
se acaba la semana para descansar el sábado...
Chofer (murmurando): Ay se está quedando calva... (yo buscando a quién le estaba diciendo calva, hasta que aparece por el lado del vehículo una muchacha que vende periódicos, con una mallita en la cabeza)
Chofer (cantando con tono de "La bamba" nuevamente): Ahí va la periodiquera...
ahí va la periodiquera,
bajándose la blusa,
privando en buena...
(ahí ya no pude aguantar la risa y tuve que reirme, aunque me quise acordar de la primera frase del chofer... "quiero ser seria! quiero ser seria!" como pidiendo un deseo al genio de la lámpara)
Chofer: El mejooooooor regaaaaaalo es llegar seguro a su trabajo (y yo pensando dentro de mi, Oh Dios mío, ayudame a llegar sana y salva al trabajo!)
(de atrás un pasajero le dice al chofer que se queda en el siguiente semáforo)
Chofer (que todavía está en el carril izquierdo): Carmen Mendoza (que es el nombre de la calle y tratando de meterse en el carril de su derecha) Quiero un espacio! Quiero un espacio! Quiero un espacio! (suena una bocina del carro de atrás que le cierra el paso al chofer para que se meta en su línea) Ay! qué malo! No importa yo lo consigo, yo lo consigo, yo lo consigo... (avanzando) Ay sí! avancen... Ahí!
(se mete el chofer y cantando sigue...) Este era el difícil! jajaja Este era el difícil! Este era el difícil...
(se acerca un carro al lado izquierdo con un musicón con un reggeaton sonando, el chofer comienza a menearse en su asiento al ritmo de la música)
Chofer: Eso les gusta, y lo que dicen son puros disparates... (refiriéndose a la misma música que él parecía disfrutar tanto)
(sigue avanzando el carro por la 27, una pasajera de atrás dice "antes de cruzar la defilló")
Chofer: Antes de la Defilló, antes de la Defilló, antes de la Defilló...

No hace falta decir que cuando me tocó anunciar la parada el chofer volvió a hacer lo mismo, repetir la parada, repetir la parada, repetir la parada como si así llegara un poco más rápido...
Lo más "unique" que me tocó ver hasta ese momento en "chofer"...
Una experiencia muy "made in dominican republic" donde, aparte de sonreir en el camino, fui al trabajo pegadita como anoche... jiji


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About “Como anoche”

A todos los asiduos lectores del diario del peatón:

Primeramente gracias a todos los que han seguido la serie capítulo por capítulo. Varias personas me han hablado de que escriba un libro sobre esto, pero mi serie solo consta de 14 capítulos (solo faltan por publicar 5, los cuales ya están en "kiú"), no sería suficiente. Mi imaginación podría llevarme a crear historias ficticias o tomar anécdotas que les han ocurrido a otras personas y ponerlas como mías, pero ese no es mi estilo, yo prefiero contar lo que yo mismo he vivido. Por eso quiero lanzar un reto a mis queridos colegas: Escriban un capitulo! Si! Claro que ustedes pueden! Yo se que todos ha todos les ha pasado algo interesante las veces que han tomado transporte público.

Lo haremos de la siguiente forma (si aceptan):

Primero: Hay dos formas de hacer el post, una es de forma libre o mejor dicho, de la forma que ustedes acostumbran a contar sus historias y la segunda es al estilo de peatón, me explico:

  1. El post debe tener un título y una imagen alusiva al mismo.
  2. Debe tener el mes y el año de la anécdota. Ej.: Agosto 1999.
  3. Toda historia comienza diciendo que día de la semana ocurrió. Yo hago esto ya que ningún día de la semana es parecido a otro.
  4. La historia puede tener (no es obligatorio) su Soundtrack, es decir una canción dentro de la misma.
  5. De tener el Soundtrack mencionen el nombre verdadero del artista. Ej.: Si el artista es Johnny Ventura diga Juan de Dios Ventura Soriano.
  6. Al momento de decir una frase propia del argot dominicano trate, si es posible de decirla con palabras más elegantes. Ej.: No diga "chivito jarto de jobo", diga "pequeño caprino satisfecho de fruta silvestre".
  7. Traten de que la historia termine con la frase "pegadito como anoche".
  8. El resto es libre.

Segundo: Cuando tengan la historia lista, me avisan y les doy permiso de publicar en mi blog (para que se publique con autoría vuestra)

Quienes son las victimas?

Cheluca, Will, Ginnette, Alejandro, CherryCola, PalanteFlash, Santuario, Lil'Jon, Magdelyn, Fonsina, Johana, OsitaJenni, Vics'Legend, Carolina Volquez, B@B@, Wilson y todo el que se quiera anotar!!!!!

Esta idea se parece un poco a la que tuvo la China, de tener un blogger invitado, no les puedo negar que la idea de ella me ayudó a concretizar esta.


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Blogdécima

Lo publiqué el lunes, 25 de junio de 2007

Abro el reader en la mañana
para comenzar la jornada
algunos no han posteado nada
pues la hora es muy temprana.
El Karavelita que es mi pana,
escribe con tigueraje
con Cheluca me doy un viaje
que me lleve a adonde quiera
y que la China Villamellera
me preste lo del pasaje.


Fui con Alejandro al Boulevard
para leer una poesía
chequeé si Magdelyn estaba al día
y a Santuario y su despertar.
Era para contar o callar
lo que Johana había escrito.
Luego fui donde Pablito
a que me recetara un té
y donde Bakaanit llegué
a comprar un platanito.


Cada uno ofrece un día
para ampliar nuestra cultura,
Will con su arquitectura
y Demetrix con Tecnología,
la China con la poesía
y la Gitti con series viejas.
Entre comentarios y quejas
leo la Catarsis y a Joan Guerrero.
que chévere es ser bloguero
pues la mente la despejas.

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el jueves, 21 de junio de 2007
Capitulo 9: La chispa adecuada.


Agosto 1990.


Era sábado al medio día. Terminaba mi práctica de baloncesto. A pesar de vivir en Los Minas y ser fanático de dicho equipo, jugaba en el club San Lázaro en la categoría de “Benjamín”. Mis padres decidieron inscribirme en ese club ya que era un club de “gente seria”, cosa que por lo visto no era lo era el club Los Mina.

A pesar de que solo tenia ocho años de edad en aquel tiempo, tomar carros públicos era todo una rutina fácil para mi. Conocía bien las rutas necesarias para llegar a casa o para ir a donde mi abuela en Alma Rosa. Tomé mi biónico correspondiente en la avenida Mella frente a la antigua tienda “Almacenes Pica Pica”.La travesía comprendía todo un tour por la Mella y luego un paseo por la José Martí en el cual se podía apreciar como los buhoneros adornaban con papeles, cáscaras, cartones y todo tipo de basura, las calzadas del pintoresco barrio de Villa Francisca.

Al llegar la caótica esquina de la Paris con José Martí aborde un auto del cual no pude percibir marca ni color original ya que sus piezas era de distintos carros. Al montarme alguien tuvo que ayudarme a cerrar la puerta ya que había que alzarla para lograr dicho objetivo.


Luego de haber cruzado el puente Duarte varias personas se desmontaron en el “Farolito” quedando como únicos dos pasajeros una señora que estaba sentada a junto al chofer y yo que me quedé en el asiento de atrás. Mientras en el radio se escuchaba la voz de Máximo Antonio Rosario entonando la canción “Adolescente” yo estaba en “Belén y los pastores” mirando fijamente el tablero del carro. Pero de repente vi una chispa que brillo frente a mis ojos, la voz de Toño se fue y comenzó a salir humo del radio. El chofer detuvo la maquina y abrí la bendita puerta que era tan difícil de cerrar y salí corriendo cual moneda de un centavo.


Sin mentirles les puedo decir que mi valentía me permitió correr dos esquinas. No me sorprendo de aquella acción mía, total era un niño que había visto muchas películas de acción en la cual los carros explotaban. El chofer no se molesto en gritarme para que volviera al carro y me montase de nuevo. Gracias a Dios tenía todavía dos pesos y tomé otro “concho” el cual a diferencia del carro de fuego iba lleno y tuve que llegar a mi destino “pegadito como anoche”.

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Los Mina! Leña!!!!!


Anoche ganamos nuestro tercer campeonato!!!! Creo que soy el único fanatico de este equipo en la blogosfera, pero comparto con ustedes esta alegría.

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Las campañas nunca acaban

Lo publiqué el lunes, 18 de junio de 2007

(Ahora es que va a comenzar la campaña y ya me estoy cansando)

"Elegir y ser elegido"
así dice la constitución,
pero de elección en elección,
es mucho lo que hemos perdido.
Y parar no hemos podido
a campañas derrochadoras
donde se ofrecen mejoras
y se gastan muchos millones
para vendernos ilusiones
personas tan habladoras.

Los domingos con bandereos
y patanas llenas de vagos
que por pica pollo y tragos
para gritar van sin rodeos.
En estos tiempos tan feos
la necesidad lanza herejías
y se llenan nuestros días
de propuestas de fantoches
que en medio de sus derroches
lanzan discursos de porquerías.

Desde que tengo uso de razón
se ofrecen las mismas cosas
con palabras muy generosas
vestidas de buena intención.
Y no llamo a reflexión
pues todo el mundo lo sabe
que más desilusión no cabe
en el alma de mi gente,
da pena, pero es evidente
no hay campaña que se acabe.

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Meme

Lo publiqué el jueves, 14 de junio de 2007

Cheluca me puso esta tareíta (que vaina eh!) a ver que tal…

Reglas de este juego:

1.-Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.2. Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.3. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.4. No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar.

  1. Soy hijo único. Ya tendrán que imaginarse que mis padres son locos conmigo. Claro, nunca me "añoñaron" gracias a Dios.
  2. Comencé muy temprano la escuela. Siempre mis compañeros de clase eran dos años mayor que yo, por eso es que a veces parezco más viejo de la cuenta.
  3. Fui seminarista católico en Alemania, en el Seminario Redemptoris Mater de Colonia (por tanto también pertenezco al Camino Neocatecúmenal). Fue un tiempo muy bueno para mi, aprendí muchísimo. Después de ahí me conozco mejor a mi mismo. También por eso es que hablo 4 idiomas y dos lenguas muertas, entre ellas el latín ("Cum ex… Felini", se acuerdan?).
  4. Creo que soy de la personas que realmente escuchan todo tipo de música. Desde música Sacra hasta Reggaetón, desde Clásica a Heavy Metal, desde Electrónica hasta bachata, aunque mi favorita es el Rock en Español. En ese sentido yo respeto a todas las culturas y cada una tiene algo bueno de lo que se puede disfrutar.
  5. Me fascina contar historias de carácter cómico. No me gusta hacer de payaso, pero si hay algo de lo que nos podamos reír yo pondré de mi parte para sazonarlo de la mejor forma.
  6. Tengo buenos hombros sobre los cuales se puede llorar y buenos oídos para escuchar y comprender. Hasta ahora creo que como amigo soy un éxito ya que nunca he perdido la confianza de quienes cuentan conmigo.
  7. Soy Aguilucho desde chiquitico. Mucha gente se lo encuentra raro ya que soy de la capital, pero es que todos los miembros de mi familia son cibaeños. En cuanto a otros deportes soy fanático de los Red Sox, de los Lakers, del Roma y del Bayern München (futbol) y por supuesto de Los Minas.
  8. Soy cinéfilo! Aunque mi gusto en el cine no coincide con el de mucha gente.

Les dejo la tarea a:

Johana

Magdelyn

Carolina Volquez

Fonsina

Santuario

Lil'jon

VicsLegend

Sexydaisy

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el miércoles, 13 de junio de 2007

Capítulo 8: Otro gran susto


Septiembre 1998


Era domingo en la noche. Me encontraba en casa de la que en aquel tiempo era mi novia. Las visitas solían ser largas gracias a la insistencia de ella de que me quedara un rato más. Luego de tres horas cargadas de mucho hablar y de miles de intentos de "comer gallina" nos pasó su padre por el lado mirando hacia el techo con las manos agarradas en la parte baja de su espalda y con cara de preocupación irónica diciendo:


-La calle está peligrosa! Y mucho más a estas horas…..


Aquellas palabras fueron absorbidas por mi intelecto y traducidas a un castellano más fácil de comprender. La traducción final fue: "Jovencito! Como que es hora de que usted se largue….."


Yo no era el único que visitaba aquella casa los domingos, también estaba Bernardo que era el novio de mi entonces cuñada. Le hice señas a Bernardo y le di cinco minutos para que se despidiera. Yo también gaste el mismo tiempo en hacer todo el ritual de despedida, tarea para la que nunca he sido muy bueno.


Teníamos que tomar un carro publicó en la Charles de Gaulle y otro en el Kilometro nueve de la Carretera Mella. La esquina en donde tomábamos el primer biónico era muy oscura. De momento se detuvo un Nissan Sunny del 80 azul, con la puerta delantera un poco caída y sustentada por un pedazo de barrilla en forma de U cubierto por un trozo de manguera verde. En la parte delantera del carro iba un moreno que tenía pintada la cabeza de color naranja claro, su pelo se parecía mucho a un plato típico de la comida criolla. El chofer era un gordito color azul metileno y detrás iba un flaco con nariz aguileña y cuyo pelo daba la impresión de que su estilista era una vaca.


Luego de que nos montamos y que el auto arranco mis ojos captaron la imagen de un objeto metálico de color oscuro en forma de L, grueso y con un pequeño arco ubicado frente al ángulo recto del mismo. Aquel artefacto era una pistola y estaba al lado de la palanca de los cambios. De inmediato entré mis manos en todos mis bolsillos y con la misma cara de asustado le dije a mi compañero de guerra:


-Que maldita vaina Bernardo! Dejé el dinero en la casa. Chofer déjanos!


Nos desmontamos mas rápido que inmediatamente e hicimos ademán de cruzar la calle. El vehículo doblo en la esquina siguiente lo que nos confirmó que realmente eran atracadores. Luego de ahí esperamos un carro que pasara vacío. Doy gracias a Dios y a Tatica de que aquella noche no nos "lambieron". Si bien son ciertas las palabras del célebre músico y político Juan de Dios Ventura Soriano: "El Hombre enamorado tiene un ángel en el cielo y a nada le tiene miedo" tampoco dejan de ser objetivas y veraces las de Jossie Esteban: "Pa' que digan que aquí murió, que digan que aquí corrió".


Después de aquella noche fuí más precavido a la hora de abordar un carro público ya que siempre me tocaría tomar uno a esas horas para llegar a casa "pegadito como anoche".

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el martes, 12 de junio de 2007

Capitulo 0: Edición Especial

Junio 1982

Era sábado en la tarde. La joven Rosa Minerva Rosario se dirigió a la maternidad del seguro en un carro público para dar a luz pues tenía pautada la cesárea para ese día. La primeriza pagó una "carrera" para llegar dignamente al lugar. Su esposo llegaría una hora más tarde.

Si creen que me voy a poner a redactar sobre la historia de mi nacimiento se equivocaron, solo quería recordarles que un día como hoy 12 de junio en Santo Domingo de Guzman nació un ser humano bien REL-ajado, REL-ambido y REL-igioso al cual le fascina contar REL-atos y goza hablando de la idiosincrasia de su gente: R.E.L.(ar-i-el) Santana.

Gracias por todos vuestros comentarios que me animan cada día a seguir escribiendo. Que cuantos años son? Tomen un siglo, pártanlo en 4 partes y denme una a mi. Que si han sido rendidos? Yo creo que si! Dios me ha permitido vivir muchas cosas interesantes en muchos lugares diferentes con personas muy especiales.

Hasta el próximo post!

Papeleta vs. Menudo

Lo publiqué el lunes, 11 de junio de 2007

De política he de hablar,
pues el caso es apenante
mientras muchos van pa' lante
otros no pueden ganar.
Mi intención no es murmurar
pero no quedaré mudo
ni me pondré un escudo
para evitar persecuciones
entre ustedes y yo: en las convenciones
"Papeleta mató a menudo".

Primero fue Milagritos
la que se puso a aspirar
y por más que intentó ganar
se le cayeron los palitos,
pues a falta de chelitos
vencer al MVP no pudo.
Pues si hay algo que no dudo
es la de fuerza de la publicidad
aunque en honor a la verdad
"Papeleta mató a menudo".

Luego llegó Danilito
en contra de la reelección
queriendo quitar al León
que a la silla le cogió gustico.
No se molesten si repito:
"Ahora era!" y no se pudo,
pues es la ley del embudo
la que marca la diferencia
y en aquella guerra por la existencia
"Papeleta mató a menudo".

En el caso de los reformistas
la cosa no fue diferente
Eduardo quería ser presidente
con intenciones optimistas.
Pero que no escape de sus vistas
lo que percibir mi ojo pudo
y hasta escribiéndolo sudo
pues allí todo el mundo votó
yo no sé si Amable los compró
Pero "Papeleta mató a menudo .

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el miércoles, 6 de junio de 2007

Capitulo 7: Taxi Driver


Enero del 2007.


Era Domingo en la tarde. Regresaba de San Francisco de Macorís, me había pasado el fin de semana en casa de mis tíos para ir a ver un juego de Las Águilas contra los Gigantes (por supuesto ganamos los aguiluchos!). Al desmontarme en la parada de Caribe Tours, decidí no tomar un carro público ya que mi cuerpo estaba cansado y deseaba llegar rápido a mi "Home Sweet Home". Tomé un taxi de los que esperan a los pasajeros delante de aquella estación de autobuses. El chofer parecía un tipo tranquilo. Se trataba de un joven de algunos 27 años, delgado, con cara de "yo no fui" y su pelo crespo denotaba que tenía por lo menos siete semanas que no visitaba a un barbero. Le dije el destino al chofer y el aviso a la base el recorrido que iba a realizar. En ese momento dejé de ser persona para convertirme en "741" (código que usaban en esa compañía de taxis para definir a los pasajeros de sexo masculino).


Tomamos el elevado de la 27 con dirección a la Zona Oriental. Durante el principio del trayecto escuchábamos el programa "El kilométrico de Felito" donde sonaba la majestuosa interpretación del gran Andy Montañez: "Milonga para una niña". Cuando estábamos encima del puente Duarte nos dimos una gran susto con una Montero Sport del 2003 gris (sin resonador chicas!) que se nos tiró encima y casi nos choca. Al chofer comenzaron a salirle todos los demonios a flote. Bajo los vidrios y comenzó a gritar obscenidades en contra del conductor de aquella "yipeta".


La yipeta nos rebasó y entró en el túnel. El Chofer del taxi estaba color tomate y cambió la emisora de salsa por una de reggaetón. De ahí en adelante al conductor no le importaba hacia donde debía llevar al "741" que estaba a su derecha sino que su único objetivo era perseguir al imprudente que casi nos desgracia la vida. Para mi suerte la yipeta tomo el mismo trayecto que conducía hacia mi casa. Al llegar a la avenida San Vicente de Paul se juntaron los dos vehículos. Yo intentaba jugar el papel de copiloto pacifista, pero creo que ni el mismo Agripino Nuñez podía impedir en aquel momento que el mi compañero intentara halar por su pistola. En aquel momento los huevos bajaron al precio de un centavo y yo estaba a punto de reclamar materia prima de chocolate. Nunca antes había rezado un rosario en un segundo.


Gracias a Dios lo de la pistola del taxista no paso de un simple "bulto" y el chofer de la yipeta "lo cogió suave" y no se detuvo. Mientras la yipeta se alejaba mi corazón seguía palpitando de forma acelerada y mi respiración seguía siendo profunda. Mientras el taxista se sentía contento por haber implantado un poco de respeto la radio secundaba los pensamientos del chofer al ritmo de la canción "Tu no ere' de na' " del Lápiz Consiente.


Al llegar a mi casa pedimos la tarifa, pagué y dí gracias a Dios y a Tatica la de Higuey de que allí no se armó una catástrofe. Yo lamenté haberme montado en aquel carro con aquel sujeto envés de ir en un biónico "pegadito como anoche."


Fin de la primera temporada.

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Como anoche (diario de un peatón)

Lo publiqué el martes, 5 de junio de 2007

Capítulo 6: El Expreso


Enero 1998.


Era lunes por la tarde. Mi adorada ciudad se veía solitaria debido a que era día feriado. Mi único plan aquella tarde consistía en ir al cine Broadway de Plaza Central. Tomé uno de los pocos "biónicos" que circulaban por la Sabana Larga en aquel "Cimarronis Dominicus". Así como eran escasos los medios de transporte también lo eran los pasajeros, por lo tanto el recorrido fue bastante rápido. Mientras el piloto de aquella máquina prehistórica se quejaba de que el día estaba flojo, yo me entretenía mirando al perrito que adornaba su tablero, moviendo su cabeza hacia los lados al compás de aquella obra maestra de los más buenmozos del merengue titulada "La dueña del swing".


Me desmonté en la esquina de las Américas, para tomar una OMSA. Me sorprendí al ver que aquel majestuoso Mamut mecánico tenía en su parabrisas una hoja pegada con cinta adhesiva que decía "Expreso". No se trataba de café italiano, sino de que el autobús no se detenía en todas las paradas. Al subir le pregunté al chofer si el bus se paraba en Gevitolandia (Plaza central) y su respuesta fue afirmativa. Para mis objetivos de aquel día esa ruta era todo "un palo".


Mi memoria no está en la capacidad de contarles que película vi aquel día, ni de narrarles las payasadas de los metaliquitos que frecuentaban aquel lugar, pero si recuerdo como si hubiese sido anoche aquella tragicomedia que presencié de regreso a mi casa. Sucede que para mi suerte volví a tomar una OMSA Expreso al salir de Plaza. Luego de que chofer hiciera una parada en la Máximo Gómez se levantó de su asiento un señor de algunos cincuenta y pico de años. Llevaba una camisa a cuadros "coja", unos pantalones "kaquis" gastados, unos tenis "Celso Perez" que por lo visto una vez fueron blancos y en el bolsillo izquierdo de su pantalón una "chatica" de "Cat Face" o mejor dicho Ron Bermúdez. El señor comenzó alar el cordón de alerta ya que planeaba desmontarse cerca de la Leopoldo Navarro. El chofer no solo hizo caso omiso al llamado a parada del señor en aquel lugar sino que tampoco se detuvo ni cerca del colegio "Don Bosco" ni en la 30 de marzo. El pobre hombre no solo tiraba del cordón con insistencia infantil sino que no paraba de gritar con voz estropajosa: "Chofer déjame!!". La guagua se detuvo detrás de Plaza Lama, en aquel momento todos miramos hacia el rostro del hombre, que con los ojos "vidriosos" hizo una pausa de cuatro segundos mientras aspiraba el aire necesario para exclamar el grito más sincero que su alma quería expresar en aquel momento de indignación: Diaaaaaaaaablo chofer!!!!!! Dos segundos más tarde la dignidad de la madre del conductor fue tirada por tierra al igual que la masculinidad del mismo. Como era oportuno el borracho también aprovechó para maldecir a la gente del gobierno y acusarlos de comensales egoístas y hurtadores.


Luego de que aquel pobre ciudadano de la primada de América se desmontó, nadie sabía si secundar la queja o darle la razón al chofer, si reír o tener lastima. Lo que para mi fue un "palo" en el buen sentido de la palabra para aquel hombre lo fue en sentido opuesto. Aquel fue el primer día de la ruta Expreso, luego tuvieron que agregar varias paradas más para que más gente pudiera utilizar aquel servicio y llegar a su destinos de forma rápida mas "pegaditos como anoche".

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