Como anoche (diario de un peatón)
A pesar de que solo tenia ocho años de edad en aquel tiempo, tomar carros públicos era todo una rutina fácil para mi. Conocía bien las rutas necesarias para llegar a casa o para ir a donde mi abuela en Alma Rosa. Tomé mi biónico correspondiente en la avenida Mella frente a la antigua tienda “Almacenes Pica Pica”.La travesía comprendía todo un tour por la Mella y luego un paseo por la José Martí en el cual se podía apreciar como los buhoneros adornaban con papeles, cáscaras, cartones y todo tipo de basura, las calzadas del pintoresco barrio de Villa Francisca.
Al llegar la caótica esquina de la Paris con José Martí aborde un auto del cual no pude percibir marca ni color original ya que sus piezas era de distintos carros. Al montarme alguien tuvo que ayudarme a cerrar la puerta ya que había que alzarla para lograr dicho objetivo.
Luego de haber cruzado el puente Duarte varias personas se desmontaron en el “Farolito” quedando como únicos dos pasajeros una señora que estaba sentada a junto al chofer y yo que me quedé en el asiento de atrás. Mientras en el radio se escuchaba la voz de Máximo Antonio Rosario entonando la canción “Adolescente” yo estaba en “Belén y los pastores” mirando fijamente el tablero del carro. Pero de repente vi una chispa que brillo frente a mis ojos, la voz de Toño se fue y comenzó a salir humo del radio. El chofer detuvo la maquina y abrí la bendita puerta que era tan difícil de cerrar y salí corriendo cual moneda de un centavo.
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Se han dicho como 15 cosas acerca de esto:
ahhh las visisitudes de un peaton...y mas cuando se es niño...tienes todo un post grado en "peatonismo"...