Como anoche (diario de un peatón)
Capítulo 3: Peatón en Alemania.
Septiembre del 2004.
Era jueves al mediodía. Luego de toda una mañana cargada de historia de la Iglesia y hebreo salí de la universidad con un semblante tan peculiar que cualquiera que me hubiese visto me diría una frase del celebre poeta puertorriqueño Juan Luis Morera (mejor conocido como Wisin): "Hambre y sueño es lo que usted tiene mi hermano!". Me dirigí hacia el Hauptbahnhoff (estación central) para tomar el autobús que salía a las 12:17. Los alemanes son muy precisos en cuanto al tiempo, de llegar a las 12:18 no encontraría el autobús.
Era todo muy organizado y pacífico, aunque por un momento tenía ganas de ver a 20 dominicanos a mi lado intentando subir antes de que los alemanes bajaran o que la guagua tuviese un cobrador (aunque no como el que me dio el "tumbe" en el capitulo anterior). A mi alrededor no había buhoneros, ni ningún vehículo pasaba con un "musicón". Lo único que llamaba la atención era yo, pues era el único negro en la estación.
Subí al bus y tomé asiento. En menos de dos minutos se llenaron todos los puestos y algunas personas tuvieron que quedarse paradas. En ese momento comencé a sentirme en un ambiente familiar. A mi izquierda se encontraba de pie una señora que aparentaba tener unos cincuenta y pico de años de edad. Como todo buen dominicano y haciendo uso de mi facultad de "buena gente" la cedí el puesto con toda amabilidad. Les puedo asegurar que nunca antes había visto reacción tal como la que tuvo esa señora ante mi gesto amable. En un acento alemán como de película de guerra y de forma insultante me preguntó que si yo pensaba que ella era minusválida. En pocas palabras me dijo que no necesitaba de mi ayuda y me miró con unos ojos que expresaban de que forma sería mi muerte o mejor dicho "de que mal me iba a morir".
El trayecto de ahí en adelante fue muy silencioso. Nadie hablaba, todo el mundo iba pendiente a lo suyo, no había música, ni imprudencias en el tránsito. Yo me quedé con mi "boche" y mi asiento. En ese momento sentí aun más melancolía por mi tierra. Por un momento preferí un poco de desorden y alguien con quien hablar. Hubiese preferido quedarme parado e ir junto a los demás "pegadito como anoche".
Etiquetas: Como Anoche
Se han dicho como 20 cosas acerca de esto:
sigue de freco...en un pais ajeno